miércoles, 16 de marzo de 2011

Sobre Japón, el mundo y la radiación

Muchos sabemos que no es necesario el derretimiento de los reactores para emitir radiación al exterior. Imagínese como es poner un poco de cianuro en un vaso de agua. Ahora imagine un veneno que sea unas 50 millones de veces más poderoso que el cianuro y piense que contamina el mar, tanto como cualquier veneno mortal lo hace en el agua. Es un efecto comparable. Uno de los tantos, claro.
A partir de la crisis del petróleo en los años setenta, Japón es uno de los países que comenzó a desarrollar desarrollar la energía nuclear. Y vale aclarar que con el uso de esta tecnología, no solo pone en riesgo su país, sino que al enviar barcos con residuos radiactivos a Francia o Inglaterra para su reconvertirlos en nuevo combustible, pone en riesgo a todo el mundo.
El gobierno nipón reconoce que parte de un reactor se derritió, como ya ocurrió en Pensilvania en 1979 con el reactor de Three Mile Island. 
Hace minutos, un técnico de seguridad nuclear argentino perteneciente a CNEA, minimizó ante periodistas argentinos, el impacto de los reactores japoneses y dijo que en Chernobyl murieron solo 35 personas. Omitió que un desastre nuclear puede no provocar la muerte instantáneamente, pero genera malformaciones y enfermedades como cáncer. No es necesaria la mayor exposición. Si fuera así no se haría rayos, o mismo las mujeres embarazadas podrían exponerse a la radiación sin riesgos.
Foto extraída de http://www.cubadebate.cu
¿Se oculta la verdad? Necesidad de no hacer entrar en un pánico insostenible en la nación, que esa crisis no se globalice, algún pedido expreso de autoridades y poderosos para que no ocurra. Muchas hipótesis que pueden confluir en una misma.

Por otra parte no debemos estar ajenos al debate sobre el uso de la energía nuclear. En nuestro país también hemos desarrollado centrales atómicas. La diferencia es que no tenemos una escala comparable con muchos de los países que cuentan con la tecnología, ni estamos en zona proclive a desastres naturales.
Aún así, nuestras plantas son operadas por personas, de forma que no estamos exentos a las catástrofes. En Argentina contamos con Atucha I (Lima), Embalse (Córdoba)y la central de Atucha II que nunca fue terminada. Además Formosa se aprobó recientemente la construcción de otra planta nuclear.
Durante 2010 a nivel mundial se contabilizaban 60 reactores nucleares en construcción, la mayoría en China (23) y Rusia (11), pero también en India Corea del Sur.
Para finalizar, me quedo pensando en una frase dicha por autoridades niponas “la radiación emitida es fácilmente asimilable por el cuerpo y sin riesgos mayores”. En unos años el mundo recordará estas palabras. Estoy segura de ello.


Antecedentes nucleares en Japón:
En 1995 en Tsuruga se irradiaron más de 250 personas mientras se reparaba una central. 
En 1999, un "error humano" (se manipuló uranio en contacto con ácido nítrico) provocó un siniestro nuclear en la instalación de Tokaimura, a solo 140 kilómetros de Tokio. Los elementos radiactivos impactaron en 30 operarios que recibieron dosis quince mil veces superiores a las permitidas pero sus efectos se propagaron al exterior obligando a evacuar a 300.000 habitantes en un radio de diez kilómetros. 
En 2007 un provocó la central de Kashiwazaki-Kariwa, con siete reactores, quedara fuera de servicio “momentáneamente por precaución”. La planta tardó cuatro años en volver a funcionar.


FUENTES: 
Javier Rodríguez Pardo, Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH),  Sistemas Ecológicos Patagónicos (SEPA)
Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE), Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC).

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